En la infancia los domingos, empezaban a media mañana... con una leche con chocolate que me preparaba mi mama... y el plan de ñoquis al medio día... así pasaba, tranquilo... dibujitos en el Big Chanel o en el Magic Kids... un poco de docencia con mis muñecos....
En la pre adolescencia, arrancaba temprano, organizando alguna salida con las compas del cole... y porque no, con algún galancito... que en ese entonces, eran solo compañías, en la Hamaca Grande de la Placita, los romances... mi juego predilecto en estas tardes era: Meeeteeeeooriiito!!! (Que lindo!)
En la temprana adolescencia, los recuerdo a los domingos, como preocupantes... era el único día que tendría por obligación de contrato, compartir con mi familia... y solía encerrarme a escuchar Miranda! hasta las 10 de la noche, que me bañaba y me acostaba para el colegio del lunes...
En la adolescencia, el domingo arrancaba a la madrugada, con el ruido de las amigas, el bar y el frio de mi pueblo, en pocas ropas! El desayuno después del boliche... y la vuelta a casa dejando en su nido, a cada una de mis pollitas! Dormir, y la voz de mama: a comer! Jaja! El grito provenía del comedor, era la alarma! La ultima! ... solía dormir en la mesa... el sueño me recorría el cuerpo!
En los primeros años de mi nueva ciudad mis domingos, eran algo aburridos... comía asado con mis hermanas y mi papa... y volvía a mi departamento, a no hacer otra cosa que leer de la facu, que era mi gran y mejor pasatiempo en ese entonces, así fue como nos conocimos en intimidad con Sigmund...
Estos domingos contemporáneos, los recuerdo, cansados como los de la adolescencia, temprano como los de la infancia... con organización de algún evento para la tarde, con fotocopias de Freud para leer...
Pero creo que este domingo es especial... algo raro hay en el aire... me desperté con un mensaje de mi Abuela, preguntando por mi Mama... reconocí que mi Papa no ha vuelto a dormir a casa, y supongo que Josefo salió de farra, porque no escribió aun para decir que mi pasta frola es la mas rica del mundo (ayer cocine, creo que estoy encubando alguna especia de virus peligroso)... este domingo es extraño... ya veremos, si es solo un domingo en el que casa Peringo... o no.
