Cuando me perdí y deje de reírme de mi misma, aprendí que no tengo nada mas bonito en el mundo que mi propio mundo... ese que se esconde debajo de mi ropa, es mas, diría hasta de mi piel... mis ganas que corren como sangre por mis venas... mis deseos, mis logros y los proyectos que a diario rectifico y vuelvo a poner en marcha!
En esos días que las tormentas abatieron incesantemente la calle de mi vida, descubrí que detrás de cada lagrima que derrame, por ella, por el, por vos (también), por ellos y su madre, por los separados... y por mi misma mientras arribaba el final de la tempestad... había una magnifica y única posibilidad de reencuentro con lo que realmente busco para mi misma... bastardeada (desde mi propia familia, cosa que aun no puedo conciliar ni perdonar), entendí que hay momentos en los que es preferible despegarse que quedarse esperando cambios en lugares donde las cosas no cambiaran jamás... y que además no es mi estilo andar cambiando la gente... no me gusta jugar a la novela... las personas son como son... yo lo soy! Como canta Drexler: “cada uno da, lo que recibe, luego recibe lo que da, nada es mas simple, no hay otra norma, nada se pierde, TODO SE TRANSFORMA.” Todo se transforma, de con este precepto soy yo la que empieza a transformarse, (porque cambiar, ya sabemos, no es mi estilo), y todo empezó el domingo, diciendo: NO! Y ayer continuo con la hebillita, y hoy empezó con esta nota, y seguramente siga mezclándose en alguna forma, al mejor estilo de transfiguración... porque acá si hay algo que sobra son las ganas!!!
ASIQUE: TE DIGO HASTA EL AÑO QUE VIENE AGOSTOO!! Ojala que vos también te transformes... todos vamos a agradecértelo!!!
(Bienvenidas las sugerencias de transformación... POR SUPUESTO!)